Tendrás suerte o no,
pisarás ciudades que esta gente que nos rodea ni siquiera saben que existen o
te quedarás aquí sin salir de la tienda donde trabajas, pero tienes que saber
que eres distinto y que el mundo te pertenece. El mundo siempre pertenece a
quienes son capaces de romper el círculo que el destino o los demás le tienen
preparado. No debe importarte que no te reconozcan, que se aprieten unos contra
otros para que no salgas de tu frontera pequeña y estrecha. Sienten que cada
vez que alguien sale de ese círculo es un pájaro que se les ha escapado de las
manos. Alguien capaz de volar.
Antonio Soler
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