La generación que
estudió EGB vivió muchos cambios sociales y tecnológicos. Recuperó las aulas
mixtas, dejó de temer la llegada de la mili, interactuó con los juegos hasta
límites impensables y vio cómo la familia tradicional dejaba de serlo. Todo a
la vez y muy rápido. Recordar hoy aquellos objetos y situaciones que aportaron
ilusión es un ejercicio saludable para afrontar un futuro que nos han
complicado. Rememorar esta fuente de energía vital a la que llamamos ilusión
nos hará sentir que vale la pena seguir luchando por todo. Sin descanso
Xavier Gassió - Anna
Gassió
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