(...)
Tengo la
horrible sensación de que pasa el tiempo y no hago nada, y nada acontece, y
nada me conmueve hasta la raíz. Miro a Esteban y miro a Jaime y estoy segura de
que ellos también se sienten desgraciados. A veces (no te enojes, papá) también
te miro a vos y pienso que no quisiste llegar a los cincuenta años y tener tu
temple, tu equilibrio, sencillamente porque los encuentro chatos, gastados. Me
siento con una gran disponibilidad de energía, y no sé en que emplearla, no sé
qué hace con ella. Creo que vos te resignaste a ser opaco, y eso me parece
horrible, porque vos no sos opaco. Por lo menos no lo eras
(...)
Mario Benedetti
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada