dilluns, 31 d’octubre del 2016

Despedida


Vamos a decirnos adiós,
Como se debe,
Sin rencor y sin duda de que,
Es lo mejor.

Vamos a brindar esta despedida,
Con la certeza de,
Haber vivido algo que nos cambió.

Aquí va esta por los dos,
Y lo que tuvimos,
Una bella historia de amor,
Que terminó,
Me diste tanto y yo me entregué,
Pero hubo algo que no supimos ver.

Es tan bueno despedirnos,
Como habernos conocido,
Es tan bueno aceptar,
La derrota como fue luchar,
Por lo que tuvimos tú y yo,
Y se acabó,
Por eso brindemos hoy.

Te pido no lo intentes más,
La puerta se ha cerrado,
Busca tu felicidad,
En otro lado,
Yo haré lo mismo y no te olvidaré,
Siempre serás,
Alguien que quise de verdad.

Pero es tan bueno despedirnos,
Como habernos conocido,
Es tan bueno aceptar,
La derrota como fue luchar,
Por lo que tuvimos tú y yo,
Y se acabó,
Por eso brindemos hoy.

Es tan bueno despedirnos,
Como habernos conocido,
Es tan bueno aceptar,
La derrota como fue luchar,
Por lo que tuvimos tú y yo,
Y se acabó,
Por eso brindemos hoy.

Por eso brindemos hoy.

Julieta Venegas

divendres, 28 d’octubre del 2016

Pasaje


En un trazo
perfectamente delineado
el horizonte;
en gris
la figura de un hombre
se esfuma entre rojas
y amarillas pinceladas,
luego vuelve más densa y profunda.
La realidad es algo que no acontece;
vivir
es sólo un modo
de oscura claridad

Jeannette L. Clariond

dijous, 27 d’octubre del 2016

Converses de carrer


- Me importa una mierda lo que diga tu hermana! ... Tu hermana es una soplapollas. Me tiene los huevos hinchaos! ... Estoy hasta los cojones de ella! ... Hasta la polla! ... A tomar por culo! A tomar por culo tu hermana y todo lo que diga tu hermana!

Conversa anònima, Agost 2016

dimecres, 26 d’octubre del 2016

Sin ti


La luna está cediendo paso al sol.
Y Venus se despide hasta mañana.
El mar sigue rompiendo junto a la playa.
Y he vuelto a pasar otro día sin tí.

Qué ciudad se te quedó en el corazón.
Qué canción estás a punto de tararear.
Qué verdad te ha quedado por buscar.
Qué sientes tú tan cerca del final.

Seguirá pasando la luna por tu ventana.
Seguirán pasando las cosas sin tí.
Ya no pasarán las que hacen tanto daño.
Y verás desde tu escaparate lo que fue de mí.

Nena Daconte

dilluns, 24 d’octubre del 2016

Arriba un moment


Arriba un moment en que el silenci és traició

Martin Luther King

dijous, 20 d’octubre del 2016

No hi ha present


"No hi ha present, ni futur, només el passat repetint-se una i altra vegada"

Eugene O'Neill

dimarts, 18 d’octubre del 2016

En la distancia


(...)

en la distancia que llamamos cercana
      indiferencia,

(...)

Jeannette L. Clariond

dilluns, 17 d’octubre del 2016

Lluna


Une saison en enfer


Hi va haver una època, si ho recordo bé,
que la meva vida era un festí on tots els cors s'obrien
i tots els vins corrien.
Un vespre em vaig asseure la Bellesa a la falda.
I la vaig trobar amarga

Arhur Rimbaud

divendres, 14 d’octubre del 2016

Sóc algú que camina amb un peu de sis dits


Sóc algú que no sap més enllà del que veu a l'espill,
amb uns ulls i amb un nas i una boca que parla per mi.

Sóc algú que camina amb un peu de sis dits
i amb façana de pits xicotets, que ara riu i no vol,
que ara diu i no es creu la meitat del que ha dit.

Clara Andrés

dijous, 13 d’octubre del 2016

I tu com estàs?


"I tu com estàs?" L'Emma és així, i aquesta és una de les frases que la defineixen des de sempre. Tu. Els altres. L'Emma mira cap enfora encara que el dolor l'envaeixi per dins.

Alejandro Palomas

dimecres, 12 d’octubre del 2016

Díptico Español

                                                      A Carlos Otero

I. Es lástima que fuera mi tierra

Cuando allá dicen unos
que mis versos nacieron
de la separación y la nostalgia
por la que fue mi tierra,
¿sólo la más remota oyen entre mis voces?
Hablan en el poeta voces varias:
escuchemos su coro concertado,
adonde la creída dominante
es tan sólo una voz entre las otras.

Lo que el espíritu del hombre
ganó para el espíritu del hombre
a través de los siglos,
es patrimonio nuestro y es herencia
de los hombres futuros.
Al tolerar que nos lo nieguen
y secuestren, el hombre entonces baja,
¿y cuánto?, en esa escala dura
que desde el animal llega hasta el hombre.

Así ocurre en tu tierra, la tierra de los muertos,
adonde ahora todo nace muerto,
vive muerto y muere muerto;
pertinaz pesadilla: procesión ponderosa
con restaurados restos y reliquias,
a la que dan escolta hábitos y uniformes,
en medio del silencio: todos mudos,
desolados del desorden endémico
que el temor, sin domarlo, así doblega.

La vida siempre obtiene
revancha contra quienes la negaron:
la historia de mi tierra fue actuada
por enemigos enconados de la vida.
El daño no es de ayer, ni tampoco de ahora,
sino de siempre. Por eso es hoy
la existencia española, llegada al paroxismo,
estúpida y cruel como su fiesta de los toros.

Un pueblo sin razón, adoctrinado desde antiguo
en creer que la razón de soberbia adolece
y ante el cual se grita impune:
muera la inteligencia, predestinado estaba
a acabar adorando las cadenas
y que ese culto obsceno le trajese
adonde hoy le vemos: en cadenas,
sin alegría, libertad ni pensamiento.

Si yo soy español, lo soy
a la manera de aquellos que no pueden
ser otra cosa: y entre todas las cargas
que, al nacer yo, el destino pusiera
sobre mí, ha sido ésa la más dura.
No he cambiado de tierra,
porque no es posible a quien su lengua une,
hasta la muerte, al menester de poesía.

La poesía habla en nosotros
la misma lengua con que hablaron antes,
y mucho antes de nacer nosotros,
las gentes en que hallara raíz nuestra existencia;
no es el poeta sólo quien ahí habla,
sino las bocas mudas de los suyos
a quienes él da voz y les libera.

¿Puede cambiarse eso? Poeta alguno
su tradición escoge, ni su tierra,
ni tampoco su lengua; él las sirve,
fielmente si es posible.
Mas la fidelidad más alta
es para su conciencia; y yo a ésa sirvo
pues, sirviéndola, así a la poesía
al mismo tiempo sirvo.

Soy español sin ganas,
que vive como puede bien lejos de su tierra
sin pesar ni nostalgia. He aprendido
el oficio de hombre duramente,
por eso en él puse mi fe. Tanto que prefiero
no volver a una tierra cuya fe, si una tiene, dejó de ser la mía,
cuyas maneras rara vez me fueron propias,
cuyo recuerdo tan hostil se me ha vuelto
y de la cual ausencia y tiempo me extrañaron.

No hablo para quienes una burla del destino
compatriotas míos hiciera, sino que hablo a solas
(quien habla a solas espera hablar a Dios un día)
o para aquellos pocos que me escuchen
con bien dispuesto entendimiento.
Aquellos que como yo respeten
el albedrío libre humano
disponiendo la vida que hoy es nuestra,
diciendo el pensamiento al que alimenta nuestra vida.

¿Qué herencia sino ésa recibimos?
¿Qué herencia sino ésa dejaremos?


II. Bien está que fuera tu tierra

Su amigo, ¿desde cuando lo fuiste?
¿Tenías once, diez años al descubrir sus libros?
Niño eras cuando un día
en el estante de los libros paternos
hallaste aquéllos. Abriste uno
y las estampas tu atención fijaron;
las páginas a leer comenzaste
curioso de la historia así ilustrada.

Y cruzaste el umbral de un mundo mágico,
la otra realidad que está tras esta:
Gabriel, Inés, Amaranta,
Soledad, Salvador, Genara,
con tantos personajes creados para siempre
por su genio generoso y poderoso.
Que otra España componen,
entraron en tu vida
para no salir de ella ya sino contigo.

Más vivos que las otras criaturas
junto a ti tan pálidas pasando,
tu amor primero lo despertaron ellos;
héroes amados en un mundo heroico,
la red de tu vivir entretejieron con la suya,
aún más con la de aquellos tus hermanos,
Miss Fly, Santorcaz, Tilín, Lord Gray,
que, insatisfechos siempre, contemplabas
existir en la busca de un imposible sueño vivo.

El destino del niño esos lo provocaron
hasta que deseó ser como ellos,
vivir igual que ellos
y, como a Salvador, que le moviera
idéntica razón, idéntica locura,
el seguir turbulento, devoto a sus propósitos,
en su tierra y afuera de su tierra,
tantas quimeras desoladas
con fe que a decepción nunca cedía.

Y tras el mundo de los Episodios
luego el de las Novelas conociste:
Rosalía, Eloísa, Fortunata,
Mauricia, Federico Viera,
Martín Muriel, Moreno Isla,
tantos que habría de revelarte
el escondido drama de un vivir cotidiano:
la plácida existencia real y, bajo ella,
el humano tormento, la paradoja de estar vivo.

Los bien amados libros, releyéndolos
cuántas veces, de niño, mozo y hombre.
Cada vez más en su secreto te adentrabas
y los hallabas renovados
como tu vida iba renovándose;
con ojos nuevos los veías,
como iban viendo el mundo.
Qué pocos libros pueden
nuevo alimento darnos
a cada estación nueva en nuestra vida.

En tu tierra y afuera de tu tierra
siempre traían fielmente
el encanto de España, en ellos no perdido,
aunque en tu tierra misma no lo hallaras.
El nombre allí leído de un lugar, de una calle
(Portillo de Gilimón o Sal si Puedes),
provocaba en ti la nostalgia
de la patria imposible, que no es de este mundo.

El nombre de ciudad, de barrio o pueblo,
por todo el español espacio soleado
(Puerta de Tierra, Plaza de Santa Cruz, los Arapiles,
Cádiz, Toledo, Aranjuez, Gerona),
dicho por él, siempre traía,
una doble visión: imaginada y contemplada
conocido por ti el lugar o desconocido,
ambas hermosas, ambas entrañables.

Hoy, cuando a tu tierra ya no necesitas,
aún en estos libros te es querida y necesaria,
más real y entresoñada que la otra:
no ésa, mas aquélla es hoy tu tierra,
la que Galdós a conocer te diese,
como él tolerante de lealtad contraria,
según la tradición generosa de Cervantes,
heroica viviendo, heroica luchando
por el futuro que era el suyo,
no el siniestro pasado donde a la otra han vuelto.

La real para ti no es esa España obscena y deprimente
en la que regentea hoy la canalla,
sino esta España viva y siempre noble
que Galdós en sus libros ha creado.
De aquélla nos consuela y cura ésta.

Luis Cernura