dilluns, 13 de novembre del 2017

Los trabajos perdidos


Desde la plataforma del último vagón
has venido absorta en la huida del paisaje. 
Si al pasar por una avenida de eucaliptos 
advertiste cómo el tren parecía entrar 
en una catedral olorosa a tisana y a fiebre; 
si llevas una blusa que abriste
a causa del calor, 
dejando una parte de tus pechos descubierta; 
si el tren ha ido descendiendo 
hacia las ardientes sabanas en donde el aire se queda
detenido y las aguas exhiben una nata verdinosa, 
que denuncia su extrema quietud 
y la inutilidad de su presencia; 
si sueñas en la estación final 
como un gran recinto de cristales opacos 
en donde los ruidos tienen 
el eco desvelado de las clínicas; 
si has arrojado a lo largo de la vía 
la piel marchita de frutos de alba pulpa; 
si al orinar dejaste sobre el rojizo balasto 
la huella de una humedad fugaz 
lamida por los gusanos de la luz; 
si el viaje persiste por días y semanas, 
si nadie te habla y, adentro, 
en los vagones atestados de comerciantes y peregrinos,
te llaman por todos los nombres de la tierra, 
si es así, 
no habré esperado en vano 
en el breve dintel del cloroformo 
y entraré amparado por una cierta esperanza.

Álvaro Mutis

Cap comentari:

Publica un comentari a l'entrada