Con la tan traída y llevada Transición,
espíritu al que algunas fuerzas políticas apelan constantemente, el sistema
democrático heredó todos los miembros de la policía y el sistema judicial que
condenaba a prisión a ciudadanos inocentes por sus ideas. Algunos torturadores
famosos fueron condecorados con la medalla al mérito policial por aquella época
sin que quedara clara la razón, salvo, claro está, el gesto, el testimonio de
que algunas cosas continuaban como antes, que había que andarse con ojo porqué
nadie sabía cuanto iba a durar el nuevo sistema y evidenciar algo que dijo
Franco: "Todo atado y bien atado"
Claro que no solo heredamos a los policías y
los jueces, sino también a muchos cerebros pensantes y actores de la dictadura
que se hicieron demócratas de la noche a la mañana. Siete ministros del Régimen
fundaron el partido que nos gobierna cuando estoy escribiendo este libro.
(...)
Hay que recordar que en la "Transición"
heredamos estos estamentos intactos. Los magistrados que colaboraron dócilmente
y en muchos casos con fruición con esta impresentable acción represora, dándole
el barniz de legalidad, ocuparon al desaparecer la dictadura la cúpula de la
Magistratura. También se encargaron, a través de las oposiciones, de escoger a quienes
serían los herederos de la administración de tan importante institución en lo
que conocemos como Estado de Derecho.
El ejército, la Justicia y la Policía, nada más
y nada menos, se heredaron intactos. Cuando Franco dijo aquello de "Todo
atado y bien atado", sabía de qué hablaba.
(...)
España fue el único país donde el fascismo no
fue derrotado, permaneciendo en el poder durante cuarenta años y, más tarde,
elementos significativos de aquel régimen ejercieron la dirección, la tutela y
el control del cambio a la Democracia, así como la redacción de la
Constitución. Fue una transición tutelada por el fascismo. Por eso hace aguas
por muchas partes. Ya va siendo hora de que suturemos esas vías de entrada y
nos sacudamos la caspa de aquel tiempo que caracteriza nuestra joven democracia
y nos hace tan distintos de nuestros vecinos del norte.
El gran Wyoming - José Miguel Monzón